Autodestrucción de España

Si oyes hablar mal de Prusia (Alemania), es un francés. Si oyes  hablar bien de Inglaterra, es un inglés. Pero si oyes hablar mal de España, es un español.

 Nunca antes, y con tanta antelación, se había anunciado la destrucción de una nación por sus propios nacionales. ¿Cuándo se fue España al guano? En España desde hace mucho tiempo, el enemigo no estaba allende nuestras fronteras. Vivían / viven  entre nosotros. Eran /son nuestros conciudadanos. Ya Bismarck lo dijo: España es el país más fuerte del mundo. Los españoles llevan mucho años intentando destruirlo y todavía no lo han conseguido. Pero esa afirmación fue antes de la fundación del PSOE y de que Pedro Sánchez se hiciera amo y señor del Partido.

Desde que Zapatero  llegó  al poder, se fueron dando los pasos, poco a poco, para destruir España. Al principio eran claros, pero no decisivos. Nadie podía creer que esto iba en serio.

Rajoy, con sus mayorías en ambas Cámaras podría haber revertido la situación y descabezado al león cuando todavía era cachorro. No suprimió ni una coma de las leyes que el malhadado Zapatero promulgó. Lo echaron de mala manera y no se merecía otra cosa. Después vino Sánchez y esto son ya palabras mayores. Otra cosa. Se declara seguidor de Largo Caballero, el sectario socialista que nos llevó a la Guerra Civil. Ya se lo advirtieron sus propios compañeros de partido, algo más moderados: ¿Nos vas a llevar a una guerra civil, pero ¿estás seguro de ganarla?

El momento actual es el fin del proceso. No hay marcha atrás. Sánchez ya ha dado los pasos últimos y definitivos que quedaban por dar antes del estallido final. Tiene a los golpistas en libertad, los tiene como aliados, los ha indultado. Han anunciado que repetirán otro intento de sedición, esta vez sabiendo que no tendrá consecuencias penales. ¿De qué sirve la ceremonia del juramento o promesa de la Constitución?

Los próximos meses son cruciales. Si Sánchez consigue la investidura apoyado en los que quieren la destrucción de España, no a largo, sino a cortísimo plazo, la confrontación está servida. Lo primero en caer será la Constitución y la Monarquía. Luego la balcanización de España o como mal menor un Estado Federal donde lo de «federal» sería puro eufemismo

¿Se puede evitar? Por supuesto.

  1. De momento ningún diputado accede a su condición si no jura o promete, como es debido, el mantenimiento y defensa de la Constitución. Si después lo incumple, estaría cometiendo perjurio.
  2. El Rey no tiene ninguna obligación, lo diga Agamenón o su porquero, de proponer a Sánchez como presidente apoyado en quienes quieren cargarse la Constitución, la Monarquía y por último esta desgraciada nación donde no cabe un Fernando Trueba más.
  3. Nuevas elecciones. Ayuso sustituye al melindroso Feijóo en el PP