El hábitat natural de este partido sólo podía ser Cataluña.
En las elecciones al Parlament de Cataluña en 2017 Ciudadanos fue el partido que más escaños obtuvo, 36 y votado nada menos que por 1.109.732 electores.
Se demostró que había un partido, C’s, en el que una gran mayoría de catalanes, hartos de tanto separatismo, podían confiar su voto. También se dieron cuenta de que el PSC sólo servía de correa de transmisión de los partidos separatistas.
Pero, ¡oh desilusión! Fue una victoria irrelevante
Los otros partidos catalanes lo odiaban y los partidos estatales: PP y PSOE lo ignoraron olímpicamente. Podría haber sido un partido fuerte en Cataluña que hubiera moderado las tensiones nacionalistas y por supuesto, haber sido el partido en que apoyarse tanto el PP como el PSOE para, en caso de no tener mayoría absoluta, formar gobiernos estables sin recurrir al siempre chantajista y nunca disimulado hispanófobo Jordi Pujol
La gran ventaja de Ciudadanos es que su cantera de votantes podía provenir tanto del PP catalán, como del PSOE. Partido éste que ya había sido fagocitado por el PSC.
Desde posiciones dominantes, el PSC/PSOE había gobernado en las principales ciudades catalanas, presidido Diputaciones, tenido un Presidente de la Generalitat y había sido determinante en muchos ámbitos de la vida política catalana. Pero eso sí, siempre siendo el felpudo voluntario de Jordi Pujol
No obstante, Xavier García Albiol del PP ganó por mayoría absoluta la alcaldía de Badalona, la tercera ciudad catalana por población y habitada en más de un 80% por emigrantes e inmigrantes. En las segundas elecciones también fue el PP el partido más votado, sólo a un escaño de la mayoría absoluta. Pero entonces se unieron todos los demás partidos, independentistas, socialistas, comunistas y de todo tipo y okuparon la alcaldía. Como era de esperar, en las elecciones municipales de 2023, García-Albiol ha ganado otra vez la alcaldía por mayoría absoluta.
Entonces, ¿qué hay de Ciudadanos? ¿Se notó en algo que hubiera sido el partido que más escaños obtuvo? Arrimadas no estaba a la altura de ese cometido, era superior a sus fuerzas. Se necesitaba un tipo de persona de fuerte carácter, sin complejos, que hablara claro y alto, y que no se dejara intimidar y mucho menos avasallar por los independentistas. Y lo tenían en el PP: Aleix Vidal-Quadras, el terror de Jordi Pujol en el Parlament catalán. Hasta que Aznar lo defenestró en aras de un entendimiento con Pujol.