Las guerras son el peor acontecimiento que pueda padecer el ser humano. Y si son guerras civiles, contiendas que enfrentan a hermanos, padres o a gentes de un mismo país, son sencillamente siniestras.
En las retaguardias de ambos lados se comenten las mayores crueldades.
No hay nada que hagan los unos que no hagan los otros.
Quien así se exprese, con raras excepciones, es de derechas: Bertín Osborne, entre miles
Un comunista, o socialista jamás lo dirá. Ellos no cometieron ningún crimen, no fusilaron a miles de sacerdotes, quemaron iglesias, profanaron tumbas de mojas. cometieron los mayores atrocidades…
Sin embargo, la horda canallesca comunista y un poco menos la socialista, está desenterrando todas las atrocidades del bando “nacionalista” y avivando todo el odio posible entre españoles. Homenajes a los suyos, condenas a los otros.
En la Constitución del 78 hubo un perdón mutuo. Hay millares de familias que lucharon en bando contrarios. ¿Qué hace el nieto que tiene un abuelo en un bando y otro en el contrario?
Todo comenzó con Zapatero y su malhadada Ley de Memoria Histórica.
Pero Pedro Sánchez, forzado por los siniestros podemitas, o porque incluso encuentre un placer enfermizo en ello, está exacerbando los peores instintos entre españoles.