La frase «Por fin hay jueces en Berlín» está relacionada con la célebre anécdota de «El molino de Sanssouci» o «El molinero de Sanssouci», que es una leyenda sobre el rey Federico II de Prusia, conocido como Federico el Grande. Esta historia, aunque en gran parte es ficticia, tiene profundas implicaciones sobre la justicia y el papel de los jueces como garantes del equilibrio de poder frente a la autoridad.
### La historia de «Por fin hay jueces en Berlín»
La historia cuenta que Federico el Grande, quien gobernaba Prusia en el siglo XVIII, quiso expandir su palacio de Sanssouci, ubicado en Potsdam, cerca de Berlín. Sin embargo, había un molino situado en una parte de los terrenos que él deseaba. Federico mandó llamar al molinero, con la intención de comprarle la propiedad, pero el molinero se negó a venderla, argumentando que era su medio de vida y estaba en su familia desde hacía generaciones.
Al parecer, Federico le advirtió que, siendo el rey, podía confiscar la propiedad si así lo quería. El molinero, sin embargo, respondió con valentía: «Sí, pero aún hay jueces en Berlín». La frase implica que el molinero confiaba en que el sistema judicial prusiano era imparcial y que, incluso siendo él un simple ciudadano, recibiría justicia ante el tribunal, aun cuando su oponente fuera el mismísimo rey.
### Motivos e importancia de la historia
1. **Justicia e independencia judicial**: La historia resalta el ideal de un sistema judicial imparcial y accesible a todos, independientemente del poder o estatus social. Representa la confianza en la ley como una fuerza superior incluso a la voluntad del monarca. La frase “por fin hay jueces en Berlín” se convirtió en una especie de consigna para la justicia.
2. **Ilustración y Despotismo Ilustrado**: Federico el Grande es conocido por su apoyo a los principios de la Ilustración y el despotismo ilustrado, que implicaba un gobierno autoritario, pero guiado por principios racionales y una ética de servicio al bienestar de sus súbditos. La historia del molinero se alinea con estos ideales, subrayando la importancia de una justicia que no discrimina entre súbditos y monarcas.
3. **Poder del individuo frente al Estado**: El relato también representa una defensa de los derechos individuales frente al poder del Estado. La valentía del molinero simboliza la resistencia de las personas comunes ante la posible opresión de quienes ostentan el poder.
4. **Legado cultural y moral**: Con el tiempo, la historia se volvió una leyenda emblemática sobre el valor moral y la independencia del poder judicial. Aunque la veracidad del relato es dudosa, se convirtió en un símbolo de la justicia y del respeto a los derechos de todos los ciudadanos en el estado de derecho.
### Conclusión
«Por fin hay jueces en Berlín» representa, en esencia, una visión idealizada de la justicia y del Estado de derecho que debe estar por encima de los deseos individuales, incluso los de un rey. Es una leyenda que subraya la importancia de que la justicia sea una institución independiente y accesible para todos, sin importar su posición social.